Las nuevas tecnologías han generado nuevas pautas de comunicación, cuya principal característica es la inmediatez, acortando las distancias físicas y temporales. Whatsapp es la aplicación de mensajería instantánea más popular.
Su uso se ha extendido tanto que hoy en día es la herramienta utilizada por arrendadores e inquilinos para comunicarse, de modo que ha sustituido, poco a poco, las formas de comunicación que venían siendo habituales en este ámbito, como el correo ordinario, el certificado o el burofax. Pero es importante destacar que, aunque sea una herramienta que podemos utilizar para comunicarnos en ámbitos cotidianos e informales, no se debe creer que la información que se transmite es de menor importancia que por otras vías consideradas más formales.

Claves para el uso correcto de Whatsapp si eres propietario o inquilino:
1. Acreditación de la titularidad del teléfono desde el que se envía el mensaje
Este es uno de los requisitos para que una comunicación vía WhatsApp tenga validez jurídica.
Ejemplo: En esta línea se pronunció la Audiencia Provincial de Barcelona, cuando dictó una sentencia en la que no reconoció la existencia de un arrendamiento porque no se acreditó la titularidad ni el autor del mensaje ni la titularidad del dispositivo desde el que se envió.
2. La claridad del mensaje
Que el mensaje no deje lugar a dudas ni esté abierto a interpretaciones es otro requisito para considerarlos vinculante.
Ejemplo: En esta línea se pronunció un Juzgado de Primera Instancia de Valencia. El asunto sobre el que debía decidir era un procedimiento de desahucio de un alquiler por impago durante varios meses. La demandada logró demostrar que había llegado a un acuerdo con el propietario gracias a la existencia de un mensaje en la que a la petición de pagar la deuda poco a poco durante varios meses, el arrendador respondió con un ‘ok’. Una respuesta corta y somera, cierto, pero que, en opinión del juzgado, quedaba claro que el arrendador aceptaba la propuesta lanzada por el inquilino, a pesar de que aseguraba que tal aceptación nunca existió aceptación y que el acuerdo nunca se llegó a formalizar.
3. La integridad de las conversaciones
Para que un mensaje tenga validez y en un juicio se tome por bueno su contenido, debe presentarse de forma íntegra, con el resto de la conversación, ya que del conjunto puede analizarse el sentido de los mensajes.
Ejemplo: En esta línea, la Audiencia Provincial de Barcelona denegó que existiera un pacto novatorio realizado mediante WhatsApp, ya que en el juicio no se aportó la conversación íntegra, sino solo una parte de la misma, lo que dejaba dudas sobre lo que realmente ocurrió.
Por tanto, tanto si eres inquilino como si eres arrendador, ten en cuenta que las comunicaciones por Whatsapp son tan importantes como cualesquiera otras.
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